Lo más difícil no es querer a alguien. Lo más difícil no es quererle tanto como para renunciar a todo lo que tienes para él, por entregarle tu vida, ni para esperarle durante cientos de años.
Y sé de lo que hablo.
Lo más difícil es darte la vuelta y desaparecer. Lo más difícil es ser prescindible para él. Lo más difícil es entregarle a quien él realmente quiere. Sin rencor. Sin envidia. Deseándoles de todo corazón que sean felices. Porque le amas. Porque le amo. Porque le amo tanto que sólo quiero que sea feliz. Porque le amo tanto que dejaré que se vayan juntos y, como no tengo nada más, dejaré de existir.
Me liberaré de mi misma simplemente porque ya no tengo más motivos para seguir existiendo.
Os deseo lo mejor, de todo corazón. Espero que ella te haga feliz. Espero que tú la hagas feliz a ella. Espero que la cuides cómo ojalá me hubiesen cuidado a mí. Espero que le recuerdes cada día que la quieres, esos pequeños detalles son los que me hubiesen hecho feliz.
Allá donde vaya, seguiré pensando en vosotros. Seguiré deseándoos la felicidad que os merecéis y que casi os arrebato.
No temo nada. No espero nada. Soy libre.
Hasta siempre.
Sé que fue dificil, y sé que no fue justo.
ResponderEliminarNo puedo prometerte más cosas que no sé si podré cumplir, no quiero volver a hacerte daño... no puedo volver a cometer el mismo error fatal.
Pero intentaré, con todas mis fuerzas, recordarte durante el resto de mi vida.
Porque solo tú, y nadie más, consiguió hacerme ver como realmente era.
Te querré, por siempre JAMÁS
Viktor