Pero sentía que había algo oculto, algo que no encajaba en todo el asunto.
El control secreto de mi padre sobre los tres estados se había extendido hasta ocupar gran parte de los Estados Unidos. Negociar con mafias, organizaciones truculentas o políticos en general se había convertido en algo cotidiano para mi. Entonces fue cuando a empezamos a escuchar hablar de esta organización. Muy selecta. Muy secreta. Muy poderosa. Con base en Inglaterra pero extendidos por casi toda Europa y Asia. Y después de tratar de investigarlos por un año ellos han decidido ponerse en contacto con mi padre para hablar de "Intereses comunes".
Tras asegurar por tercera vez que no hay ninguna visible amenaza, entro en el hotel que han elegido. Inmediatamente agradezco el aire acondicionado, no estoy acostumbrada al calor agobiante de Florida. Una última ojeada al móvil, y sonrío ante el escueto mensaje de Ferb.
Ten cuidado y vuelve entera esta vez.
Odio que me consideren sentimental. Es una debilidad que no puedo permitirme. Y sin embargo, aunque no se lo diga, cada vez que vamos a separarnos intento que sea especial. Prescindo de mi armadura de borderías, dejo de esforzarme en mostrarme inmune a todo. Disfruto de cada una de sus caricias, de cada contacto, de cada beso.
Total, el ya me ha recompuesto una vez, literalmente hablando. Él sabe como soy mejor que nadie por mucho que quiera ocultarlo. Y aun así sigue a mi lado.
Me siento en una de las mesas, vigilando el entorno. Llego primera, tengo ventaja. Aún así no la veo venir.
-Tu debes de ser mi contacto, ¿me equivoco, querida?
Se ha situado estratégicamente a contra luz por lo que tengo que entrecerrar los ojos para distinguir sus rastros entre una aureola de pelo rubio. Es mayor, de la edad de mi padre. Aun así es atractiva. Sonríe, pero su sonrisa no llega a unos gélidos ojos esmeralda. Sus ojos me incomodan, es como si los hubiera visto antes.
-Así es, soy Violett
Sonríe. sus ojos me examinan fríos como los de una serpiente. Su pelo no es rubio, comprendo cuando mis ojos se adaptan a la luz, si no de un tono suave entre el verde y el amarillo.
-Charlene.-Extiende su mano. Vacía. Sin guantes. Siento un pequeño calambre al estrecharsela. -Charlene Fletcher.- Completa, ampliando su sonrisa.
Sus ojos: Esmeraldas y con la misma forma que los de él. El tono de su pelo. Siento pánico y quiero ponerme en pie de un salto pero las piernas no me responden.
Mi corazón golpea con fuerza mi pecho.
-Un placer conocerte al fin, Vanessa.
Y entonces todo se vvuelve negro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario